Los procesos de alta pureza y sin gérmenes son cada vez más importantes para la producción industrial; en especial, en las industrias médica y farmacéutica. Las superficies de las salas blancas deben ser estancas, poder limpiarse bien y desinfectarse de forma efectiva. La tecnología de supraconducción ofrece ahora todo un concepto nuevo con la opción de pesar y medir sin contacto y con precisión.
La fabricación en laboratorios sin suciedad ni gérmenes no es sencilla. Especialmente problemáticas son las herramientas utilizadas, como tubos de ensayo, placas de Petri o aparatos de medición como balanzas. Se introducen desde el exterior en el área de trabajo protegida y pueden transportar gérmenes. Si se colocan en la superficie de trabajo, los resquicios de abajo son difíciles de mantener limpios.
Mediante el uso de la tecnología de suspensión por campo magnético, por ejemplo, la tecnología de superconductores, se pueden evitar tales restricciones en el futuro. Ejemplo de una de las opciones es el concepto de SupraSensor de Festo. Demuestra el funcionamiento de una balanza sin contacto, como, por ejemplo, en armarios de seguridad para análisis biológicos o químicos.
La clave de la aplicación es un criostato con un superconductor que está montado fijamente a una balanza de precisión bajo la superficie de trabajo. Sobre la superficie hay suspendido un platillo de balanza con imán permanente en la parte de abajo que está acoplado sin contacto con el superconductor y, con ello, también a la báscula. Esto es posible gracias a la característica especial de los superconductores, que pueden fijar imanes de forma oscilante a una determinada distancia si se enfrían a una temperatura determinada.
Aplicado a un entorno de laboratorio, así la superficie de trabajo permanece libre de molestos módulos y puede limpiarse fácil y eficazmente. Solo está el platillo suspendido sobre la mesa. Si no hace falta, puede retirarse y todo el espacio de trabajo queda libre.
Además de medir y pesar, la tecnología ofrece una amplia gama de otras opciones, como la determinación de la densidad analítica o la viscosidad, la dosificación precisa o el control de procesos reactivos o biológicos.
Al mismo tiempo, la aplicación con superconductores es muy robusta y estable tanto en el espacio como en el tiempo: la función flotante intrínseca al material no requiere ninguna técnica de regulación y permanece activa durante mucho tiempo incluso en caso de interrupción de la alimentación eléctrica.