Ya sea en la electrólisis del agua, en la compresión en depósitos de alta presión o en la distribución a través de remolques móviles o estaciones de servicio, el hidrógeno es muy reactivo y a menudo se manipula bajo una enorme presión. La molécula también es muy pequeña, lo que la hace más susceptible a las fugas. La fiabilidad es la máxima prioridad para todas las aplicaciones de la cadena de valor del hidrógeno. Porque en caso de emergencia pueden peligrar las personas, los sistemas y los presupuestos. Esto significa que los procesos son sensibles en cada etapa de la cadena de valor. Es importante tener en cuenta estos aspectos:
Si se toman atajos en este aspecto o se tienen en cuenta los requisitos demasiado tarde, no sólo se corre el riesgo de retrasos, sino también de costosas adaptaciones. Cómo minimizar los riesgos desde el principio con un concepto de seguridad fiable, lo puede descubrir en nuestro artículo de blog sobre seguridad funcional, utilizando como ejemplo la producción de hidrógeno.
Las instalaciones tradicionales de la industria química y de procesos suelen basarse en válvulas individuales montadas directamente en el actuador. Numerosas válvulas, sensores y controles implican una gran densidad de interfaces. Los sistemas de hidrógeno modernos suelen basarse en únidades modulares. Aunque esto facilita la integración en el sistema global, también aumenta la complejidad de los módulos individuales. Sin una arquitectura de sistemas coherente, esto suele dar lugar a:
Esto puede evitarse con una arquitectura bien pensada y los productos adecuados. Los terminales de válvulas compactos cambian las reglas del juego: menores costes de instalación y mantenimiento, opciones de diagnosis centralizadas y gran modularidad para adaptaciones y ampliaciones posteriores.
Ejemplo: los terminales de válvulas modulares y compactos, como VTUG o CPX-MPA, combinan control, válvulas y supervisión en un solo sistema. En función de la aplicación, cumplen los niveles de integridad de seguridad (SIL), son especialmente adecuados para entornos difíciles y pueden utilizarse no solo en aplicaciones fijas, sino también móviles.
El mercado del hidrógeno crece rápidamente. Basta con echar un vistazo a la estrategia del hidrógeno de la UE (objetivo: 40 GW de capacidad de electrólisis para 2030) para darse cuenta de ello: La infraestructura técnica debe ser escalable. Sin una arquitectura de automatización homogénea, se corre el riesgo de:
Elegir desde el principio una arquitectura bien reflexionada y homogénea es la mejor protección contra estos problemas. Nosotros le ofrecemos apoyo para ello. Ya se trate de un sistema de armario de control listo para instalar, tecnología de válvulas certificada, neumática modular o asistencia de ingeniería en todas las fases del proyecto, para que su sistema sea seguro, eficiente y escalable desde el principio.
Los retos de la automatización de los procesos del hidrógeno son reales, pero tienen solución. Quienes confían en los socios y en conceptos adecuados desde el principio reducen riesgos, aceleran los proyectos y crean una base para el éxito a largo plazo.
Lo importante aquí: