Los cilindros de acero inoxidable se caracterizan por su resistencia a la corrosión, incluso en un entorno agresivo. Se utilizan en especial aceros inoxidables de alta calidad 1.4301 y 1.4401.
Los aceros inoxidables de alta aleación de eficacia probada en la práctica actúan como protección contra el estrés químico, así como contra los daños que pueden provocar los productos de limpieza y desinfectantes.