El empeño por ser neutro en carbono y por reducir el impacto del CO2 en el clima no es tarea fácil para ninguna industria, y menos aún para los fabricantes de semiconductores. Los fabricantes deben seguir el ritmo de la enorme demanda en un mercado mundial que se espera que crezca hasta superar el billón de dólares estadounidenses en 2030. Entre las causas encontramos, por un lado, el enorme crecimiento del consumo mundial de electrónica de consumo. Por otro lado, el desarrollo de aplicaciones informáticas avanzadas como, por ejemplo, la inteligencia artificial, el internet de las cosas o las tecnologías de aprendizaje automático, desempeña un papel fundamental.
Debido al proceso de fabricación de alta precisión y complejidad, se utiliza un gran número de gases y productos químicos en cientos de fases de los procesos, por ejemplo, en la deposición de película fina, el revestimiento, el pulido químico mecánico (CMP), la litografía, la metrología, el grabado y muchos otros. Sin embargo, el uso del nitrógeno está muy por delante en términos de consumo global.