La combinación entre bienes materiales y servicios en paquetes de servicios híbridos conduce a nuevas formas de creación de valor añadido: el producto se convierte en el soporte material de una multitud de servicios. De esta manera se pueden ofrecer soluciones a medida para las necesidades individuales de los clientes, se puede aumentar su nivel de satisfacción y su fidelidad y las empresas pueden abrir nuevos ámbitos de negocio.