La protección del clima y la conservación de los recursos son dos de los grandes retos de nuestro tiempo. Todo lo que actualmente producimos a partir del petróleo, con inmensas emisiones de CO2, también puede obtenerse de forma sostenible a partir de las algas. Con la BionicCellFactory, Festo muestra un proceso biológico global: desde el cultivo optimizado de las algas, con supervisión y análisis permanentes, pasando por la recolección, hasta el posterior procesamiento y refinado de diversos componentes.
¿Cómo podemos extraer CO2de la atmósfera y contribuir activamente a la protección del clima? ¿Cómo podemos reducir nuestro consumo de materiales, reciclar más y, al mismo tiempo, desarrollar materias primas alternativas? En Festo, llevamos tiempo ocupándonos de estas cuestiones y estamos abriendo nuevos caminos: estamos transfiriendo nuestro saber hacer en la tecnología de automatización a los procesos biológicos.
Las células vivas son las fábricas más pequeñas del mundo. Mediante la fotosíntesis, las células de las algas convierten, en sus cloroplastos, la luz solar, el dióxido de carbono y el agua en oxígeno y portadores de energía química o materiales orgánicos de valor. Las algas son pequeñas salvadoras del clima, ya que absorben diez veces más CO2que las plantas terrestres. Mediante su cultivo automatizado en biorreactores, este valor puede multiplicarse por diez.
Con nuestra tecnología de automatización, la biomasa puede cultivarse en un ciclo cerrado de forma muy eficiente, ahorrando recursos y a gran escala. La biomasa obtenida puede utilizarse en la industria química, alimentaria o farmacéutica. Así pues, presentamos la BionicCellFactory como una herramienta para la transformación biológica hacia una economía circular respetuosa con el medio ambiente.
La BionicCellFactory está dividida en cinco módulos en los que la naturaleza y la tecnología se fusionan de diferentes maneras. A diferencia de los procesos químicos, no necesitamos altas temperaturas, altas presiones ni sustancias tóxicas.