Las tecnologías de accionamiento eléctrico permiten una automatización precisa, energéticamente eficiente y flexible. Son especialmente adecuados para perfiles de movimiento dinámicos, tareas de posicionamiento precisas y conceptos de control complejos. Su uso selectivo puede reducir el consumo de energía y la duración de los ciclos. En combinación con la neumática surgen soluciones especialmente sostenibles para una amplia variedad de requisitos en la construcción de máquinas y sistemas.