Los envases en dosis individuales se han convertido en imprescindibles en ámbitos de consumo tan diversos como la alimentación, la farmacia, o los cosméticos y químicos. Ya sea para productos sólidos, líquidos, granulados, viscosos o en polvo, la demanda de la presentación en monodosis no ha dejado de crecer en los últimos años. Aranow se estableció en 2003 para responder a esta tendencia imparable, con la creación de equipos para introducir productos en dos modalidades de envase: stick-pack o stick (envase delgado y alargado) y sachet (envase plano y cuadrado). Aranow ha querido complementar esta función principal con equipos que permiten depositar los envases en cajas, bolsas u otros formatos. Con este fin, la empresa ha diseñado y construido una máquina que recoge los sticks con una cinta para contarlos y agruparlos, de forma que puedan ser colocados en cajas en una fase posterior. La máquina en cuestión es independiente de la envasadora, pero funciona perfectamente integrada con ella.

"Uno de los retos del proyecto era superar las limitaciones que sólo nos permitían procesar 500 sticks por minuto para pasar, al menos a 700", explica Israel Rienda, responsable de la oficina técnica y mecánica. Pero se llegó más lejos: una vez realizadas las medidas para verificar los límites del grupo se comprobó que, a nivel teórico, el nuevo sistema podía llegar a más de 1000 sticks por minuto.

Festo colaboró desde el primer momento en ese reto. “Lo hizo a través del redimensionamiento neumático, consiguiendo funcionalidades como que los pistones que separan unos sticks de otros actuaran en menos de 65 milisegundos, entre otras aportaciones”, destaca. La intervención en la neumática ha resuelto las limitaciones más importantes que existían para incrementar la velocidad. Sin embargo, no todo quedó en la mejora de sus componentes, Aranow también rediseño la máquina. “Aparte de que la señal neumática fuera lo más rápida posible, cambiamos el mecanismo que intervenía en la selección del stick para optimizar el proceso en su conjunto”, añade el responsable de la oficina técnica y mecánica.

Israel Rienda recuerda que la respuesta de Festo durante el proceso siempre fue muy rápida: “utilizamos primero sus herramientas de dimensionamiento para diseñar las bases de lo que queríamos y a partir de ahí les pedimos cómo conseguir aún más velocidad. Pues bien, en poco más de una semana, ya teníamos una propuesta concreta con los elementos que debíamos usar”.