¿Cuáles son las diferentes pruebas para coronavirus y cómo pueden ayudar?
A) Prueba basada en PCR
La prueba PCR (reacción en cadena de la polimerasa) puede determinar si tiene COVID 19. En la actualidad, los frotis nasofaríngeos se envían a laboratorios donde los técnicos determinan si una muestra concreta contiene el nuevo coronavirus aislando el ARN vírico, convirtiéndolo en ADN y utilizando después la prueba PCR para aumentar el ADN hasta niveles detectables. El método tiene varios inconvenientes, como el número limitado de pocillos de prueba en una placa de PCR —normalmente 96 o 384— y el tiempo que se tarda en sintetizar los millones de fragmentos de ADN únicos, llamados cebadores, necesarios para replicar el material genético del virus.
B) Prueba de anticuerpos
La segunda prueba es la de anticuerpos, a menudo denominada prueba serológica. Los anticuerpos son pequeñas proteínas producidas por nuestro sistema inmunitario que se encuentran, en su mayor parte, en la sangre. Algunos de estos anticuerpos atacan al virus y lo neutralizan. Alrededor de cinco a diez días después de la infección por el SARS-CoV-2, el propio sistema inmunitario del organismo produce una serie de anticuerpos, algunos de los cuales pueden hacer que el virus sea inofensivo o neutralizarlo. Permanecen en nuestro organismo durante meses o incluso años y siguen protegiéndonos. Un nivel elevado de los anticuerpos adecuados en el cuerpo humano indica que se ha superado la enfermedad COVID 19 y que existe cierto grado de inmunidad. Los investigadores quieren identificar estos anticuerpos para poder utilizarlos en el desarrollo de tratamientos, pero también para determinar quién es ya inmune al virus COVID 19.
Al principio de una pandemia como esta, es crucial determinar quién tiene el virus para limitar su propagación entre la población. En esta fase, las pruebas PCR pueden ayudar a facilitar los procedimientos de aislamiento, reducir el número básico de reproducción (R0) y ralentizar la transmisión. Son una de las herramientas más importantes para controlar el brote del virus. A medida que avance la pandemia, las pruebas de anticuerpos serán cada vez más importantes. Estas pruebas pueden ayudar a comprender cómo se propaga la epidemia en una población y qué nivel de inmunidad se ha alcanzado en los grupos de población. Las pruebas a gran escala pueden ayudar a que los trabajadores de los sectores importantes vuelvan al trabajo, de manera que pueda protegerse a más personas vulnerables y, en última instancia, a levantar los confinamientos.
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