Las 24 Horas de Le Mans son legendarias. Esta carrera de resistencia, que reúne anualmente a los mejores equipos de pilotos de carreras, se viene celebrando desde 1923. Tres pilotos por equipo se turnan durante la carrera para completar la mayor cantidad de vueltas posible en 24 horas: se pueden alcanzar velocidades máximas de hasta 340 km/h y distancias de más de 5000 km. Una carrera de este tipo no solo exige mucho de los vehículos, sino que también lleva a los conductores al límite de su resistencia. ¿Pero qué deportista ambicioso no aceptaría participar en este clásico popular de larga distancia?
Una experiencia que cambia la vida
El equipo BRIT también desea presentar su candidatura para Le Mans 2020. Sin embargo, lo especial de los pilotos es que participan en competiciones regulares a pesar de sus limitaciones físicas y se miden con pilotos sin discapacidades. "Para los pilotos, poder participar en una carrera de larga distancia es una experiencia que les cambia la vida", explica Dave Player, fundador del equipo BRIT. "Es la velocidad, el traspasar los límites y el espíritu de equipo lo que hace que este deporte sea tan cautivador. Los pilotos pueden agotarse físicamente y, al mismo tiempo, les hace bien mentalmente". Los deportistas del equipo BRIT ya participaron durante la temporada 2015/2016 en la serie de larga distancia Britcar Endurance y en las 24 Horas de Silverstone. Ahora, Le Mans está en la agenda del 2020. Y, en esta ocasión, incluso podrían pasar a la historia como el primer equipo participante formado en su totalidad por pilotos con discapacidad.
Un coche de carreras para personas independientemente de su constitución física
Sin embargo, el requisito previo para ello es que el coche de carreras se pueda controlar de manera flexible e independiente de la discapacidad física correspondiente. El equipo británico de automovilismo BRIT y la empresa eslovena MME Motorsport han hecho exactamente eso: con el sistema de control recién desarrollado, es posible manejar el acelerador, los frenos, la palanca de cambios y el embrague tanto con pedales como con palancas en el volante. Este volante especialmente adaptado puede desmontarse de ser necesario y sustituirse por uno clásico. "El sistema de control es muy flexible y, por lo tanto, cumple con una amplia gama de requisitos", explica Al Locke, ingeniero del equipo Brit. "El control manual hace posible que el conductor tenga ambas manos en el volante y pueda manejar todas las funciones necesarias. Al mismo tiempo, los pedales funcionan del modo habitual, lo que significa que incluso los pilotos sin discapacidades físicas pueden usarlos con normalidad".
Los frenos, el cambio de marchas y el embrague se controlan con la técnica de automatización de Festo. El control proporcional neumático del sistema de freno hidráulico permite que los frenos en los ejes delantero y trasero se manejen por separado. Un cilindro neumático controla la caja de cambios secuencial. El proceso de embrague y desembrague también tiene lugar a través de un cilindro proporcional neumático.
Un gran paso hacia la conducción igualitaria
En el futuro, el nuevo control manual no solo hará accesible el mundo del deporte del motor a pilotos con discapacidades físicas, sino que también se encontrará en simuladores de conducción. El uso en el tráfico por carretera también es concebible, lo que permitiría asimismo a personas con discapacidad alquilar vehículos o realizar pruebas de conducción. ¿Cuál es la situación para Le Mans 2020? Tras superar rigurosas pruebas y tras el éxito de su uso en varias carreras, el equipo BRIT tiene plena confianza en la tecnología y ahora está obteniendo la aprobación formal de seguridad de la MSA, el órgano rector de los deportes de motor. Después, nada se interpondrá en el camino para solicitar su participación en Le Mans.
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