Inteligencia artificial en la planta industrial

La revolución tecnológica llegó para quedarse en las fábricas, con la conocida como 4ª Revolución Industrial. Actualmente, la digitalización y el desarrollo de nuevas tecnologías, como el Business Intelligence o la Inteligencia Artificial (IA), marcan el futuro de las plantas industriales de las grandes compañías.

Cuando pensamos en Inteligencia Artificial tendemos a pensar en un simple robot, sin embargo, es mucho más que eso. En palabras de Tanja Krüger, experta en la implantación efectiva de soluciones de IA en industria y CEO de la empresa Resolto del grupo Festo, la IA es una “herramienta” mediante la cual “un sistema tiene la capacidad de interpretar correctamente datos externos, para aprender de ellos y utilizar esos conocimientos para realizar unas tareas y objetivos determinados”.

Pero ¿cómo hemos llegado hasta aquí? A finales del siglo XIX empezó todo con la creación de la tabuladora (1890), una de las primeras máquinas de aplicación informática que dio paso a la era de la tabulación. Le siguió la era de la programación, en 1950, con la invención de los primeros lenguajes de programación, también conocidos como lenguajes máquina. En 2015, entramos en lo que los expertos denominaron la era del sistema cognitivo o tecnología cognitiva, ya que, debido a la cantidad de datos generados, era necesario crear herramientas que pudiesen gestionar y ordenar dicho conocimiento. Estos mecanismos, sin embargo, se están quedando obsoletos en la sociedad actual, ya que no son capaces de asumir la cantidad de datos que las tecnologías recogen hoy en día, por lo que, tal y como afirma Krüger, actualmente nos encontramos en pleno camino hacia una nueva etapa: la era de la inteligencia informática.

Si nos centramos en la industria, los datos, por tanto, son la fuente para mejorar y crecer si los transformamos en información y la IA la “herramienta clave para transformarlos”. En concreto, “las máquinas, los robots y los equipos conectados en las fábricas serán los principales dispositivos conectados a los que se les implantará la IA”, por lo que la IA se convertirá en el “elemento central de mejora de la eficiencia en las plantas productivas”, expone Krüger.

En este sentido, la implantación de la IA en las fábricas permitirá “predecir y evitar defectos de calidad, desviaciones de producción o mantenimiento”, entre otros, para mejorar la productividad, según apunta Krüger. En resumen, si afianzamos los sistemas y procesos que permiten recoger la inmensa cantidad de datos (Big Data) que recogemos a diario en las fábricas y descifraros, conseguiremos la máxima eficiencia y productividad.

¿Cómo funciona la IA?

Los procesos y sistemas creados recogen los datos, para analizarlos, interpretarlos y tomar una decisión, del mismo modo que lo haría el cerebro humano. Para llevar a cabo este proceso las personas, en primer lugar, entendemos y evaluamos todas las posibles situaciones. Una vez analizadas, implementamos estrategias de acción estándar, a las que aplicamos nuestra intuición y experiencia. Finalmente creamos un conocimiento de patrones.

Por su parte, la IA realiza estos pasos con mayores ventajas. Esta herramienta nos permite hacer una criba automática de los datos sin límite, ya que la capacidad de recepción de una máquina supera con creces a las de un humano. Además, el nivel de concentración es infinito y la rapidez de actuación extrema. Asimismo, al tratarse de una máquina estos procesos y sistemas se realizan con unas garantías de calidad.

No se trata de substituir personas por máquinas o robots, sino de colaborar conjuntamente para encontrar la combinación perfecta. Cuando usamos una calculadora o un programa de cálculo, nadie piensa que éste va a substituir a las personas, simplemente vemos que se trata de una herramienta que nos ayuda en procesos complejos. La IA es lo mismo.

“Las máquinas cada vez son mejores entendiendo a los humanos y el entorno […] al mismo tiempo, las máquinas y los humanos son cada vez más inteligentes trabajando conjuntamente” Gartner 2013.

Veamos varios ejemplos:

  • Ejemplo 1: “En un barco hay 26 ovejas y 10 cabras. ¿Qué edad tiene el capitán?”

Respuesta: Con esta información es imposible saber la respuesta.

  • Ejemplo 2: “En el barco del capitán Abraham hay 26 ovejas y 10 cabras. ¿Qué edad tiene el capitán?”

Respuesta: Con estos datos, al conocer el nombre del capitán, podemos decir que éste está retirado, ya que Abraham era un nombre común hace aproximadamente 60-70 años en Alemania.

  • Ejemplo 3: “En el barco del capitán Kevin hay 26 ovejas y 10 cabras. ¿Qué edad tiene el capitán?”

Respuesta: Podemos decir que el capitán probablemente tiene menos de 26 años, ya que el nombre de Kevin no existía prácticamente en Alemania antes del estreno de la película Home Alone (1990), cuando se convirtió en un nombre muy popular.

En definitiva, la Inteligencia Artificial es una herramienta más que, aplicada correctamente en aplicaciones en tiempo real, tal y como plantea Krüger, nos ayudan a mejorar y aumentar la productividad, el rendimiento y el crecimiento de una planta industrial.

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