La división de formación de Festo España cuenta con una treintena de profesionales en actualización continua para ayudar a las empresas a mejorar su productividad a través del conocimiento de sus empleados. Hablamos con dos de los responsables del área: Patrick Rubessa y Pablo Domínguez, especialistas en Consultoría y Formación en Festo.
¿Qué papel ocupa la formación en la propuesta de servicios de Festo?
Patrick: Para Festo la formación ocupa un papel de la máxima importancia, porque es un elemento imprescindible para incrementar la eficiencia de máquinas, sistemas y procesos industriales. En este momento es aún más importante, porque estamos viviendo una gran aceleración en el desarrollo tecnológico, con innovaciones disruptivas que cambian el mercado y los modelos de negocio, lo que genera la necesidad de actualizar continuamente y de forma rápida los conocimientos y habilidades de las personas.
¿Cómo se preparan los formadores que imparten las formaciones, teniendo en cuenta la necesidad que comentas de adecuarse a una evolución tecnológica constante?
Patrick: Existen dos canales a través de los que recibimos los temas que van a configurar los planes de formación: por un lado, la división de automatización industrial, que refleja el pulso del mercado y, por tanto, nos permite entender qué nos están pidiendo los clientes; por otro, el diálogo con los clientes y posibles clientes de la división de formación, que nos revela sus necesidades. Esta información es la que tomamos para preparar a nuestros formadores y para definir nuestro catálogo. Por ejemplo, vamos a añadir cursos de automatización eléctrica, porque hemos visto que el mercado está apostando por ese tipo de tecnología.
Pablo: Para conseguir dar formación en temas que son muy innovadores, tenemos que estar actualizados constantemente, de manera que buscamos a profesionales solventes en cada tema. Nuestros docentes son expertos en su campo, y además didácticos. Nos esforzamos en buscar perfiles con experiencia industrial y con una manera de hacer actualizada para trasladarla a proyectos reales. Eso les permite tener capacidad para responder a situaciones reales en fábrica o las que les plantea un proveedor, que son las que están pasando ahora en el mercado.
¿Cuál es el proceso para definir un plan de formación?
Patrick: Seguimos una metodología que nos permite diseñar, de forma eficiente, el plan de formación a medida de la necesidad del cliente. Normalmente, se nos presentan dos posibilidades: el cliente define a grosso modo los temas y el nivel a conseguir con la formación; o bien explica sus necesidades, es decir, que su personal adquiera el conocimiento para realizar una tarea concreta, y nosotros diseñamos el contenido, tanto de temas como de nivel a alcanzar. Nuestra metodología está enfocada a diseñar un itinerario formativo que permita a los asistentes desarrollar en su día a día las tareas contempladas de forma segura, eficaz y eficiente. Nosotros medimos siempre el punto de partida, así que el plan de formación está ajustado al nivel inicial de los asistentes y diseñado para dotarles del conocimiento justo que necesitan.
Pablo: Nosotros ofrecemos en nuestro catálogo cursos estandarizados sobre multitud de temas, pero nos gusta dar un pasito más. Una empresa no quiere que sus empleados sepan, por ejemplo, de electricidad, sino resolver un problema concreto, y para ello el medio es que los empleados sepan de electricidad. Las empresas necesitan que la gente adecuada, en el sitio adecuado de sus instalaciones, tengan el conocimiento adecuado en el momento que lo necesitan para usarlo para un proceso concreto. Por eso nosotros ofrecemos planes a medida del puesto de trabajo.
¿Por qué es interesante para las empresas contratar los planes de formación de Festo?
Pablo: En España hay muchas empresas que hacen formación, especialistas en temas concretos, pero no conocemos ninguna, al menos con una propuesta tan variada como la nuestra, que diga "no te preocupes, vamos a entender nosotros qué hace falta para tu empresa, y te configuramos un plan con la tecnología que sea necesaria". Estamos trabajando con una gran compañía que se está gastando muchísimo dinero en formación, pero en realidad es una inversión que a corto plazo les va a ahorrar costes de personal.
Patrick: Festo Didactic es reconocido líder mundial en formación técnica. Tenemos muchísima experiencia también en cursos de organización industrial y gestión de personal. Desde el punto de vista del cliente, es muy atractivo disponer de un único proveedor para todas las necesidades de formación; esto además nos permite conocerlo mejor y aportarle valor añadido mediante propuestas a medida, adecuadas y optimizadas. El dinero que se gastan es realmente para lo que necesitan.
Para llegar a la propuesta de una formación a medida, primero utilizáis el Training Needs Analysis. ¿En qué consiste?
Pablo: Se trata de una evaluación que encasilla a cada persona en el nivel que le corresponde de una determinada tecnología. Antes de esto, hay que determinar las tecnologías o competencias necesarias para un tema concreto. Los TNAs son tests estandarizados que hemos ido creando a lo largo de los años y que nos ayudan a clasificar las competencias de cada profesional, de forma que podemos ofrecerles la formación estricta que necesitan en lugar de la misma para todos, y esto permite optimizar costes.
¿Cómo influye la formación en la mejora de la competitividad de las empresas?
Patrick: Hoy en día es imprescindible, el ritmo de evolución tecnológica e innovación es muy elevado. Una prueba de su importancia es que las administraciones públicas destinan mucho dinero para apoyar programas de desarrollo formativo. Por otro lado, en términos de competitividad con otras empresas, vemos que hay muchos puestos sin cubrir. Eso significa que las personas con el nivel de competencias adecuado son pocas, así que van a priorizar trabajar para empresas que les ayuden a mantenerse actualizados y, consecuentemente, más competitivas en el mercado laboral. ¿Cómo pueden ser los empleadores más atractivos para los profesionales cualificados? Promocionando una estrategia enfocada a la formación continua.
Pablo: Con una buena formación, los empleados mejoran su productividad al mismo coste, o hacen lo mismo a un coste menor. Si eres más experto en electricidad, la avería que antes resolvías en media hora, ahora la arreglas en veinte minutos. Tener un conocimiento técnico específico en un tema te ayuda a ser más productivo. Ahora bien, el personal más experto normalmente es más caro y más difícil de encontrar. A veces, ni pagando más lo consigues, porque no hay. La formación interna permite que esos perfiles que no encuentras en el mercado te los crees tú.
¿Os encontráis con reticencias por parte de empresas a invertir en formación interna?
Pablo: En las pymes, muchísimas. Es infrecuente que cuenten con planes de formación sistemáticos, estructurados en torno a objetivos.
Patrick: Las empresas más grandes tienen más presupuesto, pero igualmente existe un componente cultural. Los responsables de las pymes tienden a estar enfocados a objetivos comerciales y a minimizar costes, la formación se limita a cubrir necesidades puntuales; mientras que las empresas grandes consideran la formación desde un punto de vista estratégico.
¿Se puede cambiar esta cultura de las pymes respecto a la formación?
Pablo: Las empresas cuando crecen lo tienen que hacer a la fuerza, quieran o no, porque, por mera organización, necesitan saber qué conocimientos y aptitudes tienen sus trabajadores. Hay pymes que se profesionalizan en este sentido cuando llega una persona nueva, procedente de una empresa más moderna, con ideas frescas. Otro camino es el que proponemos desde Festo con los webinars y conferencias online, para que las empresas se den cuenta de la importancia de la formación.
¿Tiene sentido realizar formaciones puntuales?
Patrick: Puede haber empresas que tengan un plan de formación estructurado y necesiten incorporar un curso puntual, pero es un añadido. Teniendo en cuenta la necesidad de actualización continua, lo más eficaz y eficiente es preparar un plan de formación, con objetivos claros y un único proveedor que entienda bien la relación entre los cursos y las necesidades de la empresa.
¿Cómo han afectado las medidas de prevención de la pandemia a la manera como se imparte la formación?
Pablo: La formación que nosotros ofrecemos es práctica, lo que más nos importa es que sea aplicada. Queremos que los alumnos toquen tecnología real, se manchen las manos y puedan aplicar lo aprendido en situaciones reales de fábrica. Esto hace que las formaciones online sean difíciles, porque puedes explicar la parte teórica y, aunque contamos con software de simulación que ayuda en la parte práctica, no puede igualar a la formación presencial. Si tienes que cablear a un autómata, lo tienes que cablear en persona. Decidimos que las formaciones básicas podíamos adaptarlas al formato online, pero las avanzadas no, porque una formación avanzada implica que los asistentes, al acabarla, tienen que ser expertos en el tema, y nadie puede decir que es experto en algo si nunca lo ha tocado físicamente.
Patrick: No solo por tema Covid, sino también por presupuesto o por grado de deslocalización, a veces es necesario recurrir a la formación online. Por eso, disponemos de la plataforma Festo Learning Experience, Festo LX, que ofrece un amplio abanico de cursos tecnológicos y de organización industrial de nivel inicial. Los principios básicos se pueden aprender online, pero es cierto que para adquirir conocimientos específicos es necesaria la modalidad presencial.
La formación presencial se puede desarrollar en las instalaciones de Festo o en las de la empresa que la solicita. ¿Cómo determináis la conveniencia de una u otra opción?
Patrick: Depende de cuántos asistentes de cada empresa haya. Si son pocos de cada una, organizamos cursos abiertos en una instalación concreta, con un temario común. Desde el punto de vista económico, si una empresa necesita una formación para cuatro o cinco trabajadores, quizás lo más interesante sea hacerla en sus propias instalaciones, siempre que tenga un espacio disponible. De esta manera, además, le podemos personalizar el contenido. Siempre que se pueda, es mejor la segunda opción.
Pablo: Hay compañías que prefieren que vayamos nosotros porque de esta manera ahorran tiempo, mientras que otras prefieren venir a nuestras instalaciones para huir del día a día de la empresa, que los asistentes salgan de su zona de confort, y así van con otra predisposición.
¿Creéis que la formación va a cambiar en los próximos años?
Pablo: Ya está cambiando. El hecho de poder realizar formaciones online, con software de simulación, es un avance enorme respecto a hace pocos años. Y seguro que en diez años las formaciones que son "de tocar" las haremos "de tocar" pero a distancia. Aun así, seguirá habiendo conocimientos especializados que requerirán de la formación presencial.
Patrick: Va a aumentar la especialización y modularidad de las formaciones. Las personas necesitan adquirir habilidades específicas de forma rápida, por eso dividir los conocimientos en módulos de aprendizaje resulta cada vez más útil. Otra gran tendencia es la personalización del contenido, orientado a necesidades específicas. Por último, se va a seguir profundizando en la interacción en tiempo real en la formación online, mediante herramientas de realidad virtual y realidad aumentada.