La innovación se ha convertido en una tarea imprescindible para los centros de formación profesional y los centros de formación profesional para el empleo, que ven en estos proyectos una oportunidad de adaptarse a las necesidades del mercado.
Ester, asesora comercial en nuestro departamento de Didáctica, nos explica que la función de Festo en estos proyectos es asignar a los centros el material más necesario en cada caso, formar a los profesores sobre su uso y acompañarlos de forma continua en el desarrollo de las competencias.
En este punto, hay que destacar nuestro conocimiento de las necesidades del mercado y los futuros profesionales, pues muchos de los que ahora son estudiantes acabarán trabajando en empresas como Festo y ejecutando funciones que tenemos la ventaja de conocer muy bien.
En cuanto a las características de los proyectos, estos se componen de un máximo de cuatro centros formativos de distintas comunidades autónomas y la empresa colaboradora, en este caso Festo. Gracias a la perspectiva enriquecedora que ofrece esta suma, los profesores suelen terminar los proyectos con más conocimientos y con una visión renovada y más clara sobre cómo enfocar los retos marcados por las nuevas tecnologías.
Otro punto diferencial es la metodología, pues el objetivo en este caso no es tanto impartir conocimientos como dar a los alumnos los recursos necesarios para ser capaces de acceder por ellos mismos a todo lo que necesiten saber.
Con estos proyectos de innovación, en Festo estamos poniendo nuestro granito de arena para ayudar a cubrir las asignaturas pendientes de la formación industrial.
Entre ellas, encontramos conceptos que están todavía en un punto inmaduro en lo que a enseñanza se refiere, como la digitalización y la sostenibilidad, pero que forman parte, sin embargo, de un futuro cada vez más cercano.
Asimismo, acompañamos a los profesores que tienen el reto de presentar a sus alumnos tecnologías que, aunque ya con fuerza en el mercado, han aparecido y crecido muy rápidamente.
De esta manera, logramos dar a la formación profesional el papel que merece y responder también a otro gran reto en el sector industrial: animar a las mujeres a cursar estudios relacionados con la tecnología.