Sabotear para ayudar a aprender

Los bancos de prácticas de Festo permiten emular en una plataforma sencilla las situaciones de riesgo que los operarios deberán afrontar en su trabajo

¿Proporcionar piezas defectuosas para su montaje en los bancos de prácticas que se utilizan en las formaciones puede ayudar a aprender? Jordi Pérez, formador y consultor en Festo Didactic, tiene muy claro que sí. "Pedimos a los alumnos que monten componentes que están averiados, sin que lo sepan. Les entregamos cables seccionados, relés que no funcionan, válvulas con conexiones eléctricas retiradas... Son elementos saboteados deliberadamente para complicarles la vida, y montarlos deriva en dinámicas de trabajo muy constructivas". Los bancos de prácticas de Festo son una herramienta fundamental para la capacitación de alumnos que ya se han incorporado a la vida laboral. "Nos interesa ver la sagacidad de cada uno, sus tiempos de respuesta, si se focalizan en solventar el problema o están desorientados", y esto solo es posible si existe un "sabotaje" previo. "En el mundo del mantenimiento industrial, es necesario saber desenvolverse ante un problema".

A la hora de diseñar un banco de prácticas, hay que tener en cuenta dos características fundamentales: que sean compactos y, por tanto, aprovechen el espacio al máximo, y que sean robustos, para soportar bien los desplazamientos.

El contenido de los bancos se adapta al tipo de formación que se va a impartir, no solo en cuanto a la tecnología, sino también a los diferentes niveles dentro de cada tecnología. Por tanto, es importante que los bancos tengan la suficiente flexibilidad para permitir su adaptación a las necesidades específicas de cada formación, y por eso, en los que diseña Festo los instructores participan en todo el proceso.

Se trata de un valor añadido muy importante, pues son ellos quienes mejor conocen sus características y utilidad en las formaciones. También se tienen en cuenta sus aportaciones para introducir correcciones en los bancos tras haber sido puestos en el mercado, ya que es durante las formaciones cuando se observan los detalles a mejorar o corregir.

El banco de prácticas es una creación que evoluciona de forma constante, de la mano de la evolución de la industria. Así, los elementos que se incorporan al mercado también se introducen en los bancos para actualizarlos de acuerdo a las necesidades tecnológicas. Lo que no cambia es la estructura, preparada para soportar todas las modificaciones necesarias durante su vida útil, estimada en torno a los diez años.

La importancia de la formación práctica

En la metodología de Festo, el punto de partida a la hora de considerar la necesidad de una formación determinada es que no es posible completar el ciclo hasta ver el componente previamente descrito, montado y funcionando. Hay que tener en cuenta, además, que para verlo en funcionamiento previamente ha debido ser instalado y conectado. Los bancos de prácticas son herramientas que nos permiten evaluar la habilidad manual de las personas que asisten a las formaciones. La utilidad del banco de prácticas no es solo reproducir el funcionamiento de una máquina, sino formar a las personas que la van a utilizar. A menudo, explica Jordi Pérez, "tenemos que corregir vicios, explicar cómo se sujeta y maneja una herramienta o equipo de medición adecuadamente y dónde no hay que poner la otra mano para evitar un posible accidente". El hecho de que se trate de una formación no significa que los alumnos puedan relajarse, pues "se adquieren vicios que luego, en la fábrica, traen consecuencias".

El término clave es la seguridad; en el manejo de herramientas, en la distribución de los componentes y en el control de las reacciones. "Concienciar sobre la importancia de la seguridad solo es posible si estamos junto a un motor en marcha, si hay un actuador desplazándose o si tenemos una herramienta en las manos", explica Jordi Pérez.

La parte práctica de la formación es fundamental, ser capaces de identificar físicamente lo aprendido en un diagrama, saber para qué sirve cada componente, cómo se instala, cómo se ajusta, cómo se pone en funcionamiento y cómo utilizar herramientas de medición, sin olvidar en ningún momento las medidas de seguridad. Los bancos de prácticas sirven para concienciar sobre la necesidad de montar los componentes bien, pero además hacerlo de manera efectiva y segura.

"Nuestra intención no es tanto acercarnos físicamente a la máquina que los operarios tendrán que manejar en su trabajo como emular en una plataforma mucho más sencilla todas aquellas situaciones a las que se van a enfrentar en el trabajo", señala Jordi Pérez. Y en este objetivo juega un papel crítico el carácter de las personas. "Las hay tranquilas, a veces incluso demasiado, pero también nerviosas, que actúan por impulsos. Esto es imprescindible corregirlo inmediatamente".

Formación personalizada, bancos de prácticas personalizados

Las empresas del sector industrial son cada vez más conscientes de la importancia de la formación continua y de la capacitación de sus trabajadores. Es fundamental que los equipos se adapten al contenido de la formación y al número de asistentes previstos, pues todos ellos deben poder manipularlos.

"La formación es mucho más que contenidos, es conocimiento y perfeccionamiento de las habilidades, y para perfeccionar las habilidades es necesario conocer a las personas previamente. Buena parte de esta información nos la proporciona la manipulación de elementos en los bancos de prácticas", indica Jordi Pérez. El objetivo es proporcionar una formación integral, y eso se logra gracias a la dinámica. "Es lo contrario de una formación estática. Queremos que los asistentes se levanten, manipulen los bancos de prácticas, identifiquen situaciones de riesgo, reflexionen antes de hacer las cosas, demuestren que saben utilizar las herramientas".

La personalización de las formaciones se realiza en dos fases:

  • Visita previa a las instalaciones: los técnicos observan las máquinas y, si los componentes son de Festo, esto va a permitir que durante la formación se utilicen maletines Systainer con los mismos elementos instalados en las máquinas para que los alumnos puedan montarlos en el banco de prácticas. Esta fase es imprescindible que la lleven a cabo los formadores de Festo para poder desarrollar un proyecto a medida de las necesidades del cliente.
  • Observación y corrección: con la formación en marcha, se realizan los ajustes de temario necesarios, e incluso se preparan informes para los responsables de mantenimiento, con una evaluación de cada alumno si así les es requerido.

En función de sus habilidades y aptitudes, los asistentes a la formación se agrupan en torno a los bancos de prácticas de la forma óptima posible para alcanzar los objetivos planteados. Una de las cosas más importantes para desarrollar las habilidades necesarias en el manejo de las máquinas es perder el miedo a manipular componentes desconocidos hasta el momento, y en eso los bancos de prácticas son un gran aliado.

Formación online, presencial y la necesidad de tocar para aprender

Durante la pandemia, la formación online ha ganado mucha presencia, y sigue siendo un formato muy demandado, que se va a mantener en el futuro. Puesto que la parte práctica continúa siendo imprescindible, en Festo se incluye una fase presencial y, en todo caso, durante la fase no presencial, se presenta el banco de prácticas para que los participantes se familiaricen con él, puesto que lo van a tener que trabajar en la segunda fase. Hay grandes empresas que, por organización logística, piden formaciones introductorias online, que representan hasta un 50% del tiempo total, y el resto se reserva para la parte práctica en las instalaciones del cliente.

"La sensación de aprendizaje es mucho mayor cuando tocas las máquinas, porque suceden anécdotas, malentendidos, y de los errores se aprende más que de los aciertos", afirma Jordi Pérez. "Si montas un equipo bien a la primera, no has aprendido gran cosa; has aumentado tu autoconfianza, sin duda, pero una formación no sirve para eso, sino para que te equivoques y para que busques dónde está la causa del error". En este punto es donde entra en juego el sabotaje. "¿Qué hacemos cuando una máquina no funciona?" Lo siguiente es preguntarse por lo más obvio: ¿qué es lo que estadísticamente suele fallar más en un equipo industrial? "Todas las averías que provocamos en las formaciones están enfocadas a esto. Por ejemplo; no saboteamos un sensor por capricho, sino porque los sensores provocan numerosas microparadas en máquina".

La agilidad mental es determinante para localizar la avería en el mínimo tiempo posible y es, por tanto, una de las habilidades más valorada entre los técnicos de mantenimiento, un banco de prácticas adecuado es la herramienta más eficaz para practicarla ante las situaciones que les presentamos en nuestras dinámicas formativas.

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agosto 2022

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