Es habitual que las tareas de mantenimiento se dediquen mayoritariamente a reparación de averías, cuando habría que prestar mucha más atención a las formas de anticipar esos problemas. Que la mayor parte del tiempo se dedique a reparar máquinas es el resultado de un mantenimiento deficiente, y afecta negativamente a la productividad.
El objetivo del mantenimiento es evitar las averías, por eso la mayor parte de los recursos del departamento deben destinarse a controlar, analizar y mejorar los sistemas para minimizar las paradas de línea, y eliminar las ineficiencias de la instalación. De esta manera, conseguimos los mejores resultados al menor coste.
Los objetivos del mantenimiento van estrechamente ligados a los objetivos de nuestra planta industrial. Un buen mantenimiento repercute en:
A la hora de implantar un modelo de gestión eficiente de mantenimiento, en Festo consideramos 14 aspectos clave.
Determinar el alcance del mantenimiento, qué instalaciones, procesos y elementos van a componer su ámbito de actuación.
Se deben establecer los procesos y la documentación necesarios para llevar a cabo tanto el mantenimiento correctivo como el preventivo: clasificación de averías; partes de avería, de reparación, de revisión y de reparación preventiva; instrucciones de mantenimiento correctivo y preventivo; plan de mantenimiento preventivo; histórico de averías y de intervenciones, que nos va a permitir, por un lado, actualizar y mejorar las instrucciones de uso, y por el otro, obtener indicadores para optimizar las tareas de mantenimiento y los proyectos de mejora.
Sin una buena gestión de los recambios, es imposible lograr un mantenimiento eficiente. Por ello, hay que tener en cuenta:
Todos los procesos incluidos en el área de mantenimiento deben contar con responsables y ejecutores, de manera que es necesario determinar un organigrama específico y su posición dentro del organigrama general de la organización, la descripción de cada uno de los puestos, y los niveles de intervención.
A partir de las descripciones de los puestos necesarios, estudiamos las competencias del personal para conseguir el nivel de polivalencia deseado y desarrollar un plan de formación y capacitación. Es recomendable definir un sistema de evaluación y seguimiento del personal implicado en el mantenimiento.
Las instalaciones implicadas en el área de mantenimiento han de organizarse de manera eficiente para evitar afectaciones a la productividad y optimizar los costes. Hay que tener en cuenta el diseño del taller de mantenimiento, la organización del material en el almacén específico, o la implantación de las 5S, la gestión visual y la organización de los puestos de trabajo.
Cada miembro de la plantilla de producción debe conocer las máquinas con las que trabaja y ser capaz de llevar a cabo las tareas de mantenimiento autónomo inherentes a su puesto, por ello es necesario establecer un plan de implantación.
La mejora continua o Kaizen es aplicable no solo a las tareas de producción, sino también a las de mantenimiento. Cada miembro de la plantilla puede detectar problemas, oportunidades de mejora e implementar soluciones, así que es muy importante formar equipos multidisciplinares con personal de áreas distintas.
El mantenimiento predictivo permite optimizar el plan de mantenimiento preventivo y reducir el correctivo, con la consecuente reducción de gastos y mejora de rendimiento de los equipos. Contempla:
Este tipo de mantenimiento permite pasar de mejoras incrementales a otras de mayor calado. Hay que hacerlo de manera planificada, instruyendo al personal implicado en los fundamentos para la gestión del ciclo de vida de los equipos y sus proyectos de mejora.
Cuando el modelo de gestión de mantenimiento está en marcha, es necesario realizar su seguimiento, teniendo en cuenta a las personas, los procesos y los resultados. De esta manera, detectaremos posibles desviaciones.