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Los superconductores son materiales con propiedades muy particulares: si se enfrían bajo una temperatura determinada, su resistencia eléctrica cae repentinamente a cero. Por debajo de esta llamada temperatura de transición pueden además congelar el campo de un imán permanente a una distancia definida, de tal forma que empieza a levitar el imán o ellos mismos.
El superconductor (o el imán) recupera también la posición almacenada si se le mueve o retira temporalmente. El espacio de aire es estable en cualquier espacio y permite el movimiento sin contacto a través de paredes. Este principio puede emplearse en medios líquidos, gaseosos, e incluso en vacío.
En SupraMotion, empleamos superconductores de alta temperatura de material cerámico. Su temperatura de transición es de alrededor de 93 K (-180 ° C), por lo que las aplicaciones funcionan de manera eficiente en términos energéticos y prescinden de agentes refrigerantes como, por ejemplo, nitrógeno líquido. Los refrigeradores Stirling utilizados actualmente tienen una demanda energética de 80 W por criostato como máximo (depósito refrigerante). Esto implica unos costes operativos reducidos. El efecto de suspensión, en sí mismo, es gratuito.
Gracias a la energía de enfriamiento almacenada, el funcionamiento está garantizado durante varios minutos incluso en caso de fallo de energía. Ya a día de hoy, la vida útil de los refrigeradores supera los diez años.
El empleo de superconductores en el sector de la automatización industrial se encuentra todavía en una fase de desarrollo. Sin embargo, ya hoy es posible plantearse procesos eficientes y totalmente nuevos con esta tecnología.
La fábrica del futuro se está volviendo cada vez más interconectada, inteligente y flexible. No obstante, los requisitos de entornos de trabajo limpios y con procesos seguros no dejan de crecer. Por ello llevamos ya años dedicándonos intensamente a la tecnología de la superconducción y a su uso industrial.
Existe un gran potencial de uso en todos aquellos casos en los que se demanda una manipulación sin contacto. Por ejemplo, por temas de limpieza, en caso de separación de espacios o al tratar con objetos delicados. Otras posibles aplicaciones tienen además que ver con una suspensión de levitación constante, que puede hacerse sin altos niveles de energía y regulación.
Con los proyectos de SupraMotion ya hemos probado diversas formas de suspensión y movimiento, que se han hecho realidad en posibles aplicaciones. En la actualidad, junto con colaboradores y clientes, buscamos ideas de aplicación concretas que puedan implantarse en proyectos piloto.