La robótica colaborativa es y será cada vez más protagonista en las fábricas.
Su flexibilidad, su interacción con el trabajador, su facilidad de integración y su contribución a la reducción de costes son elementos que obligan a tener muy presente esta tecnología en el diseño o mejora de cualquier proceso productivo.
Pero su incorporación en fábrica no es una cuestión simple, sino que requiere conocer los aspectos clave y las opciones existentes en el mercado para poder tomar la decisión más acertada.