Para garantizar la seguridad de técnicos y operarios que puedan entrar en una zona ATEX, estos deben tener un conocimiento claro de las condiciones que deben darse para que se produzca una atmósfera potencialmente explosiva, así como conocer y tomar contacto con su legislación.
A través de ésta, se desarrolla, matiza y caracteriza la implantación de las medidas adecuadas con la finalidad de evitar los riesgos que conllevan. Este aspecto es fundamental dado que la mayor parte de los accidentes en zonas ATEX son producidos por el desarrollo de actividades no apropiadas por técnicos y operarios.
Consecuentemente, las empresas deben realizar un estudio y análisis detallado de las actuaciones y recomendaciones para prevenir los riesgos de explosión mediante el cumplimiento del RD681/2003, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de trabajo.