¿Por qué es necesaria la preparación del aire comprimido?
El aire comprimido no tratado contiene contaminantes en forma de partículas, agua y aceite. El agua y el aceite pueden estar presentes en forma líquida o gaseosa. Dentro de la red del aire comprimido pueden pasar de un estado a otro. Estos tres tipos de contaminación no aparecen de manera aislada en una red real de aire comprimido. Más bien forman mezclas. Estas mezclas pueden variar enormemente en diversos puntos de la red en diferentes momentos. Por ejemplo, el agua puede acumularse en los conductos derivados o las partículas pueden asentarse en una zona muerta durante un largo periodo de tiempo y luego ser arrastradas de golpe por un aumento de presión.
Un metro cúbico de aire comprimido producido contiene millones de partículas de suciedad, cantidades considerables de agua y aceite e, incluso, metales pesados como plomo, cadmio y mercurio. Si no se filtran, no se puede garantizar el buen funcionamiento de los componentes del sistema a largo plazo. Además, estos contaminantes merman considerablemente la calidad del producto. Por tanto, una adecuada preparación del aire comprimido es esencial para reducir las averías y los tiempos de inactividad de las máquinas y garantizar la seguridad de los procesos y los productos.
Una preparación deficiente del aire comprimido puede provocar fallos como los siguientes:
- desgaste rápido de las juntas
- válvulas con aceite en la unidad de control
- Silenciadores sucios
Posibles efectos para el usuario y la máquina:
- Menor disponibilidad de la máquina
- Costes de energía más elevados debidos a las fugas
- Mayores esfuerzos en mantenimiento
- Vida útil más reducida de los componentes y sistemas