El uso de soluciones de automatización en la manipulación de líquidos ofrece a fabricantes e institutos de investigación una amplia gama de ventajas. Un dispensador puede llenar con precisión los pocillos de placas microtituladoras de gran tamaño en el menor tiempo posible. De esta manera, los especialistas se liberan de tareas repetitivas y ganan tiempo para otras tareas de mayor valor añadido, como el análisis de los resultados o el desarrollo de nuevos procedimientos de ensayo. A diferencia de los flujos de trabajo de pipeteo manual, los procesos están completamente estandarizados. La posibilidad de cometer errores se reduce, ya que cada paso se realiza de manera uniforme. El sistema cerrado crea un entorno limpio, minimizando las perturbaciones externas a los cultivos celulares.
Todos estos factores hablan en favor de un alto grado de automatización en la manipulación de células y tejidos, desde los cribados de alta producción hasta los análisis individuales de terapia génica y los procesos de cultivo de células. Es crucial que el proceso afecte lo menos posible a la viabilidad de las células. Las células varían de tamaño y forma y su concentración en las soluciones puede ser diferente. Por ello, en la manipulación automatizada de líquidos es importante que parámetros como la presión y los tiempos de apertura puedan ajustarse y reproducirse con precisión. Así es posible controlar y minimizar los esfuerzos que actúan sobre las células, como las fuerzas de cizallamiento y las diferencias de presión.