Para alcanzar el objetivo “Net Zero”, la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables debe tener éxito. En las instalaciones de producción de alto consumo energético, como las industrias química, siderúrgica o cementera, el hidrógeno producido de forma sostenible desempeña un papel cada vez más importante. Producir el gas con electricidad a partir de recursos renovables es de vital importancia, pero al mismo tiempo debe ser lo más eficiente posible y, sobre todo, seguro. Con nuestros muchos años de experiencia en el campo del procesamiento de gas y nuestras soluciones de automatización para la producción, infraestructura y uso del hidrógeno, le apoyamos a lo largo de toda la cadena de valor.
El hidrógeno se utiliza como fuente de energía y como materia prima química en la industria. Las aplicaciones abarcan desde la producción de acero y el procesamiento de metales hasta los procesos químicos y de refinería y el suministro de energía. El hidrógeno verde es cada vez más importante porque sustituye a los combustibles fósiles y reduce las emisiones de CO₂. Esto le convierte en un elemento clave de la transición energética industrial.
El hidrógeno verde se produce por electrólisis: el agua se divide en hidrógeno y oxígeno utilizando electricidad procedente de fuentes renovables. Este proceso no genera emisiones y contribuye a la descarbonización de la electricidad, el calor y la movilidad. Para el uso industrial el escalado es decisivo, ya que se requieren grandes cantidades. Las soluciones de automatización garantizan un funcionamiento eficaz, seguro y de calidad constante de las plantas de electrólisis.
Además de los elevados costes de producción e infraestructura, la manipulación segura es un factor clave, ya que el hidrógeno es extremadamente inflamable. El almacenamiento y el transporte también requieren de tecnología y materiales especiales. Las empresas también deben garantizar el cumplimiento de las normas internacionales y los estándares de seguridad. La automatización ayuda a reducir estos riesgos y a organizar los procesos con fiabilidad.
La automatización es clave para que los procesos del hidrógeno sean seguros, eficaces y económicos. Permite un control preciso en procesos sensibles como la electrólisis, la compresión o el repostaje. Los terminales de válvulas, los sensores y la tecnología de control reducen los riesgos, aseguran una calidad constante y simplifican el escalado de los sistemas. Esto permite convertir los proyectos en realidad con mayor rapidez, rebajar los costes de explotación y adaptar los sistemas con flexibilidad a las nuevas necesidades.
La integración del hidrógeno en los sistemas existentes requiere adaptaciones técnicas y la aplicación de componentes adecuados. En este sentido, las soluciones de automatización flexibles desempeñan un papel clave, ya que complementan los entornos de control y procesos existentes sin necesidad de crear infraestructuras completamente nuevas. Los terminales de válvulas modulares ofrecen la posibilidad de integrar el hidrógeno paso a paso, desde proyectos piloto hasta plantas industriales a gran escala. Esto permite a las empresas introducir la tecnología de forma segura y escalable.
A los equipos de hidrógeno se les aplican distintas certificaciones en función del ámbito de aplicación. Garantizan que los componentes funcionen de forma fiable y segura en entornos industriales exigentes. Ejemplos importantes son:
El hidrógeno es altamente inflamable, por lo que requiere medidas de seguridad especiales. Las normas pertinentes se refieren tanto a la supervisión de los materiales como de los procesos. Entre ellas figuran:
Los terminales de válvulas ayudan a reducir la complejidad de los procesos de automatización y, al mismo tiempo, hacen que los sistemas sean más flexibles y seguros. Las ventajas más importantes son:
Sí, los terminales de válvulas son adecuados para ser utilizados en sistemas de hidrógeno si están especialmente diseñados para estos requisitos. Con los materiales, funciones y certificaciones adecuados, pueden integrarse con seguridad en sistemas de electrólisis u otras fases de producción. Allí se encargan de las tareas de control, aumentan la fiabilidad de los procesos y posibilitan procesos eficientes. Como resultado, no sólo favorecen la fiabilidad del operador, sino también la escalabilidad de los proyectos de hidrógeno verde.